Ley del poder numero 1.

            Nunca le haga sombra a su amo.

Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son… y accederá a la cumbre del poder. 

Transgresión de la ley:

Como transgresión de la ley el autor nos relata la historia de Nicolás Founquet el cual fue el ministro de finanzas de Luis XIV, Fouquet era muy hábil y, en gran medida, un colaborador indispensable para el rey, por lo tanto, a la muerte del primer ministro Jules Mazarin, en 1661, el ministro de Finanzas esperaba ser designado su sucesor. El rey, en cambio, decidió suprimir ese cargo. Estas y otras actitudes llevaron a Founquet a sospechar que estaba cayendo en desgracia, luego de tanta duda Founquet tomo una decisión para ganarse al rey, decidió congraciarse con el rey haciendo la mas espectacular fiesta jamas antes vista. El motivo oficial de la fiesta era celebrar la inauguración del castillo de Fouquet, Vaux-le-Vicomte, pero su objetivo real era homenajear al rey, invitado de honor del agasajo.

Los mas representables miembros de la nobleza europea y las mentes mas brillantes de la época asistieron a la fiesta, la cual fue una fiesta espectacular y maravillo a todos los invitados con su belleza incluyendo al rey. Al día siguiente Founquet fue arrestada por el jefe de los mosqueros del rey, tres meses después fue acusado de desfalco al tesoro nacional. Dinero que el robo principalmente para satisfacer a la corona y bajo el permiso del rey. Pero ¿Por qué sucedió todo esto? si el siempre obedeció al rey y la fiesta tuvo como motivo alabar y glorificar al rey.  

Nicolás Founquet fue enviado a la prisión mas remota de toda Francia donde paso los últimos 20 años de su vida en solitaria reclusión.

 

Bueno es simple, la fiesta fue la gota que derramo el vaso, el rey Luis XVI era un hombre arrogante y orgulloso, lo llamaban el rey del sol y adoraba ser siempre el centro de atención. No soportaba que nadie lo superara en opulencia y mucho menos su ministro de finanzas. Fue por ello que le negó el cargo de primer ministro y tras su arresto el rey le dio el puesto de ministro de finanzas a Jean-Baptiste Colbert un hombre conocido por dar las fiestas mas aburridas de todo parís y moderado.

En esta historia el autor nos quiere dejar en claro que nunca debemos de desafiar a las personas que están por encima de nosotros en jerarquía, los seres humanos somos personas sumamente inseguras y los poderosos no están exentos de las inseguridades, solo que a diferencia de la gente común son personas con poder y harán lo necesario para quitarnos de su camino. Jamas hay que llamar tanto la atención del publico siendo nosotros unos cortesanos o súbditos de un monarca o líder, ni siquiera para impresionarlo, porque lo único que haremos es alimentar sus inseguridades y harán lo posible para borrarnos del mapa. Los mejores cortesanos son aquellos que alimentan el ego del rey.

Y ejemplos como el de Founquet hay muchos, uno de los mas antiguos que existen esta en la biblia y es cuando el rey Saul sintió envidia de David por tener mejor relación con Dios y ser siempre el centro de atención debido a sus grandes hazañas como la derrota de Goliat, fue tanta su envidia que llego a dar la orden de matarlo, sin embargo David logro salir de esa.

Todos tenemos inseguridades. Cuando uno se presenta ante el mundo y muestra sus talentos, naturalmente genera en los demás todo tipo de resentimientos, envidia y otras manifestaciones de inseguridad. Esto es algo que hay que tener en cuenta. Uno no puede pasar la vida preocupándose por los mezquinos sentimientos de los demás. Sin embargo, con sus superiores deberá encarar la situación de manera diferente: Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se pueden cometer. 

Observancia de la ley:

Como observancia de la ley el autor da como ejemplo la historia del científico Galileo Galilei. Galileo a principios del siglo XVIII se encontraba en una situación sumamente difícil, dependía únicamente de la generosidad de los grandes gobernantes, solía obsequiar inventos y descubrimientos a los grandes gobernantes y regentes de la época, ejemplo de esto fue cuando obsequio una brújula militar al gobernante de Gonzaga. Luego obsequio un libro de como se usaba a los Medecis. Sin embargo pese a sus hallazgos y descubrimientos sus amos solo les pagaban con obsequios y nunca con dinero en efectivo.

Galileo ideo una estrategia muy brillante en 1610 cuando descubrió las lunas de Júpiter, en lugar de dividir su descubrimiento entre sus distintos amos decidió centrar su atención exclusivamente en los Medicis. los eligió por un motivo particular, luego de que Cosme I estableció la dinastía de los Medicis, en 1540 había convertido a Júpiter en el símbolo de la familia, este estaba fascinado con la historia romana y su mito logia, principalmente a Júpiter, el mas poderoso de los dioses, el cual no solo era un símbolo de poder si no que también de divinidad, mas allá de la política y el negocio bancario.

Galileo convirtió el descubrimiento de las lunas de Júpiter en un acontecimiento cósmico que honraba la grandeza de los Médicis. Poco después del descubrimiento anunció que «los brillantes astros [las lunas de Júpiter] se ofrecían en los cielos» a su telescopio, al mismo tiempo en que Cosme II era entronizado. Dijo que el número de lunas —cuatro— armonizaba con el número de Médicis (Cosme II tenía tres hermanos) y que las lunas giraban en torno de Júpiter como esos cuatro hijos giraban en torno de Cosme I, el fundador de la dinastía. Más que una coincidencia, ello demostraba que los mismos cielos reflejaban la ascendencia de la familia de los Médicis. Después de dedicar este descubrimiento a los Médicis, Galileo mandó confeccionar un emblema que representaba a Júpiter sentado sobre una nube, con los cuatro astros girando a su alrededor, y lo obsequió a Cosme II como símbolo de su unión con los astros. En 1610, Cosme II nombró a Galileo filósofo y matemático oficial de la corte, con un salario respetable. Para un científico, aquello era un verdadero golpe de buena fortuna, que puso fin a sus días de pobreza y necesidades.

Con una sola jugada, Galileo ganó más con su nueva estrategia que en años de súplicas. La razón es simple: todos los amos desean brillar más que el resto de la gente. No les importa la ciencia ni la verdad empírica ni el último invento. Les preocupa e con las fuerzas cósmicas, que mencionándolos como patrocinadores de algún nuevo invento o descubrimiento. 

Ni siquiera los científicos pueden eludir las veleidades de la vida cortesana y los padrinazgos. Como todos, necesitan servir a los amos que controlan los recursos monetarios. Y su gran poder intelectual puede hacer que esos amos se sientan poco seguros de sí mismos y perciban que solo están para suministrar los fondos… una tarea poco noble. El productor de una gran obra quiere sentir que es algo más que el que financia una empresa, también quiere aparecer como creativo y poderoso, incluso más poderoso que la obra producida en su nombre. En lugar de hacerlo sentir inseguro, es necesario concederle gloria. Galileo no desafió la autoridad intelectual de los Médicis con su descubrimiento, ni los hizo sentir inferiores. Al ponerlos literalmente en el nivel de los astros, los hizo aparecer como tales en las cortes italianas. No le hizo sombra a su amo, sino que logró que su amo brillara más que nadie. 

Invalidación:

Usted no puede vivir cuidándose de no contrariar a ninguna de todas las personas con las que se cruza pero puede ser selectivamente cruel. Si su superior es una estrella en decadencia, no tiene por qué temer hacerle sombra. No sienta piedad, ya que su amo tampoco tuvo ningún tipo de escrúpulos cuando, a sangre fría, se abría camino hacia la cumbre del éxito. Mida con cuidado la fuerza de su amo. Si descubre que es débil, acelere discretamente su caída: en momentos clave, muéstrese más capaz, más encantador y más sagaz que él. Si la posición de su superior es muy débil y está a punto de caer, deje que la situación siga su curso natural. Pero si su amo se encuentra en una posición firme, aunque usted se sepa más capaz, tómese su tiempo y tenga paciencia. Según el curso natural de los hechos, con el correr del tiempo el poder se debilita y cae. Algún día su amo habrá de caer y, si usted juega sus cartas con habilidad, lo sobrevivirá y superará.

Evite hacerle sombra a su amo. Toda superioridad es fastidiosa, pero la superioridad de un súbdito por sobre su príncipe no solo es estúpida sino fatal. Esta es una de las lecciones que los astros del cielo nos enseñan: podremos ser parientes cercanos del Sol y brillar tanto como él, pero nunca debemos aparecer en su compañía. 

                                                                                            (BALTASAR GRACIÁN, 1601-1658).